El camino a través del cual se ha formado a los profesionales de la programación se ha fundamentado siempre en métodos académicos. Los cambios en los modelos educativos modernos, los cambios en el sector tecnológico y el avance en las tecnologías web permiten llegar a la profesión por caminos distintos. Ahora es posible aprender a programar incluso a través del autoaprendizaje con videos… pero en ISDI Coders no queremos sólo enseñar a programar a nuestros alumnos: queremos que sean programadores profesionales.
¿Por qué los bootcamps militares son así?
De todos son conocidas las fotos de los campos de entrenamiento militares: humo, alambres de espino, barro… todo pensado para simular un entorno real de combate. Muchas películas y reportajes muestran la dureza del entrenamiento, pero el entrenamiento aparentemente físico tiene por debajo una componente psicológica que busca reconfigurar los instintos, las actitudes y los procesos mentales automáticos.
¿Cuál es el sentido de tener a un grupo sosteniendo un tronco en el mar? ¿Cuál es el sentido de gritarle a un soldado porque tiene una mota de polvo en el uniforme? ¿Cuál es el sentido de darle un Jeep con solo tres ruedas a un pelotón? Todo tiene un porqué. Un proceso educativo tradicional es capaz solo de enseñar conocimientos, pero no de inculcar actitudes que son imprescindibles para el desempeño de la profesión: confianza en el grupo, capacidad de trabajo en equipo asumiendo su rol, el autoaprendizaje, desplegar recursos ante los problemas, saber enfrentarse a herramientas nuevas, resistencia a la adversidad de algo que no funciona, adaptarse a la presión de unas entregas y un largo etcétera.
Solo una educación experiencial en la que los alumnos formen parte del proceso es capaz de conseguir estos objetivos.
En ISDI Coders no nos tiramos de un helicóptero ni hacemos 100 flexiones con un instructor gritando. Sin llegar a los extremos de los bootcamps militares, hemos querido incorporar al curso de programación aquellos principios que nos ayudan a preparar mejor a nuestros estudiantes. La actitud ante los problemas y su capacidad para resolverlos son algunos de los aspectos que las empresas valoran de nuestros estudiantes, más allá de sus buenas bases de programación. Utilizando recursos como videos o clases púramente lectivas no se consigue que una persona que no ha programado nunca, incorpore todos estos conocimientos y actitudes en tan poco tiempo ni a un nivel tan profundo.
La selección de los alumnos
Un sargento instructor de las fuerzas especiales noruegas (Forsvaret) nos comentaba que solo se admite a un 2% de los candidatos en su Bootcamp de formación militar. El proceso busca un determinado tipo de persona para esta fuerza de élite. En ISDI Coders no escogemos a nuestros estudios por su experiencia previa, edad o por un determinado tipo de estudios o experiencia previa en programación. Hemos tenido estudiantes brillantes que provenían de sectores muy distintos y con estudios muy variados (filósofos, vendedoras de vestidos de novia, arquitectas, pintores y también programadores). Somos expertos en ayudar a personas con capacidad y motivación a conseguir un trabajo como programadores.
Escogemos a nuestros alumnos por su capacidad de trabajo y su forma de afrontar las adversidades. Creamos grupos de estudiantes que quieren llegar preparados al máximo al mercado laboral, que se sienten parte implicada en este proceso de aprendizaje y que entienden que su desempeño en ISDI Coders es lo que marcará su futuro profesional. No quieren solo aprender a programar, quieren ser programadores profesionales. De este modo conseguimos grupos muy diversos que hacen que la experiencia sea más enriquecedora. Queremos que nuestros estudiantes convivan en ISDI Coders con otros alumnos que les empujen, que les reten, que se preocupan los unos de los otros, consiguiendo así ser mucho mejores.
Sobre esta base conseguimos crear el tipo de programador que el mercado espera, con un perfil que encaja en las principales empresas de la ciudad y que nos coloca en el TOP10 de las escuelas mejor valoradas del mundo.