Front-end, back-end… ¿Qué son?

Hay diversos tipos de puestos de trabajo alrededor del desarrollo de una aplicación web. Una vez se comprenden las funciones de cada uno, los nombres dejan de tener misterio.

Principalmente hay tres: diseñadores, desarrolladores de front-end y desarrolladores de back-end.

Podemos encontrar muchos más como UX (user experience), Copywriter (el que escribe los textos), SEO (el responsable de hacer que esos contenidos aparezcan lo más arriba posible en Google), QA (responsable que el código esté bien escrito, funcione como se espera y no entre en conflicto con otras partes del sistema) y muuuuuchos más. Cuanto mayor es la empresa, más variedad de perfiles.

Fijémonos en los tres que hemos comentado antes. Los diseñadores son aquellos que diseñan (obvio, ¿no?) lo que los usuarios van a ver en pantalla. Las herramientas que suelen utilizar los diseñadores son el Photoshop, Illustrator, etc. Los diseñadores pasan su trabajo a los front-end developers.

Un desarrollador de front-end traduce ese diseño en código que un navegador (Chrome, Safari o Explorer) pueda mostrar al usuario en forma de página web. A parte de crear la estructura, puede hacer que haya cosas que se muevan, botones que cambian cuando pasas por encima con el ratón, etc. Utiliza lenguajes como HTML, CSS o Javascript. Lo que un front-end developer entrega a la siguiente persona en la cadena es una página estática que no interactúa (mucho) con los usuarios. Esta persona es un back-end developer.

Los back-end developers son los que le dan vida a las aplicaciones web más allá de los efectos gráficos que le puede dar un front-end developer. Ellos conectan la web con una base de datos para que los usuarios puedan registrarse, tener password de acceso, buscar cosas, comprar artículos y un larguísimo etcétera. Hay muchos lenguajes de programación que se pueden utilizar como Javascript, Java (no, no es lo mismo), Python, Ruby, etc.

Es debido a la cantidad de lenguajes que hay que en los programas de ISDI Coders hemos escogido lo que consideramos mejor para que nuestros estudiantes no pierdan tiempo en aquello que no es esencial.