En Julio de 2017 apareció una nueva edición del Barómetro del Sector Tecnológico. En un sector que ocupa aproximadamente a 103.300 profesionales en Catalunya (sin contar las empresas no tecnológicas que ocupan perfiles tecnológicos), las empresas muestran, un año más, falta de alineación entre formación de estudiantes y necesidades del mercado laboral del sector tecnológico.
Respecto a la formación, los encuestados consideran que hay desalineación entre la formación y las necesidades de mercado. Esta situación ya se detectó en la pasada edición del Barómetro y se realizaron propuestas para mejorarla, pero todavía no se han observado los efectos.
Aquellos estudiantes que quieren optar a posiciones de desarrollador y buscan entrar al sector a través de la formación tradicional, se encuentran lejos de lo que el sector les va a demandar. Así también lo comentan aquellos alumnos de ISDI Coders que provienen de Ingeniería Informática o Grados en Desarrollo de Aplicaciones Web o Multimedia: lo que se aprende en ISDI Coders no se enseña en una ingeniería informática o un grado.
En el estudio hay, pero, alguna demanda difícil de resolver: experiencia y, a la vez, conocimiento de las últimas tecnologías.
Estos resultados se traducen en que las empresas de la oferta tecnológica apuestan por un plan de acción a corto plazo que sirva para disponer de profesionales preparados en las últimas tendencias de mercado y con experiencia.
Es muy difícil mantener un sistema que busca gente con experiencia pero se lamenta de la alta rotación (un 86% de los encuestados afirma que existe fuga de talento). La solución pasa por que las empresas sigan creando equipos que acompañen a los nuevos talentos y que estos nuevos profesionales estén lo mejor preparados posible para ser productivos desde el primer momento.
Los sueldos de los programadores
Tampoco es sostenible un sistema en el que se genera una burbuja salarial para frenar la rotación de perfiles. Lo interesante para los profesionales, en este escenario, es que la posibilidad de encontrar trabajos que se adecúen a sus necesidades en cada momento es muy alta.
Para las empresas, el modelo solo es sostenible si se alimenta al sector con más profesionales preparados, permitiendo que las franjas salariales se determinen por la capacidad del trabajador y no por su escasez. Por desgracia, como veíamos anteriormente, la educación reglada no está respondiendo a esta constante demanda de la industria.
En el estudio se sugiere que el modelo retributivo permita a los trabajadores sentirse bien pagados y valorados, además de participar en proyectos interesantes, aplicar sus conocimientos y tener visibilidad de una evolución dentro de la compañía. El problema radica en que la rotación no solo se realiza entre empresas tecnológicas sino entre los puestos tecnológicos de las empresas de cualquier sector.
En cualquier caso, la fuga de talento existe y la competencia por las personas crece entre las empresas tecnológicas, ya que no solo compiten por un recurso escaso como el talento, sino que cada vez más compiten con empresas externas del sector tecnológico por los perfiles tecnológicos.
Así pues, la necesidad de seguir aprendiendo y participar en nuevos retos (más allá de un factor económico, pero sin restarle importancia) es otro de los factores que fomenta la rotación.
Soluciones a la burbuja salarial
Algunas empresas han deicidido no sumarse a esta espiral y prefieren ser respetuosas con los salarios de sus trabajadores, retribuyendo a sus técnicos acorde con su valía. Son conscientes que deben competir en el mercado en términos de tecnología, carrera, formación, etc. y que quizás tardarán un poco más en cubrir sus posiciones, pero están seguras que quien se una a sus proyectos lo hará por el reto tecnológico y no por un tema económico.
Puedes descargarte el Barómetro del Sector Tecnológico aquí.
